«Fe y lucha» la historia del médico Jhery Fernández, caso: bebé Alexander
A puertas cerradas, la madrugada del 20 de marzo de 2018, el Tribunal Décimo de Sentencia de La Paz definía la suerte del Dr. Jhery Fernández, condenándolo a 20 años de prisión por presunta violación y muerte del bebé Alexander, aún teniendo conocimiento de la inocencia la Justicia Boliviana vulneró los derechos humanos del médico, actualmente se encuentra en proceso de apelación.
(Porque tengo derechos. La Paz, Yola Salomé Aruquipa Quispe)
Viste una chamarra amarillo con el logo del Hospital de Cotahuma. Con una sonrisa en el rostro se aproxima a la puerta del Consultorio Móvil de Salud estacionado en el campamento Libertad donde se encuentran acampados los damnificados del desastre natural de Kantuni.
Véase entrevista al médico Jhery Fernández
El médico Jhery Fernández trabaja como todos los días mientras recuerda su experiencia dentro del penal y la injusticia que vivió durante 4 años.
“Durante tres meses estuve a la sombra, no salía de las cuatro paredes, no entraba ni un rayo de luz. Tuve que tender un cartón sobre el piso donde era mi cama. Salían olores y bichos que se entraban a mi comida”, cuenta.
Desde entonces, para Jhery cada día es motivo de lucha, esperanza, perseverancia y confianza en Dios. “Fe y lucha”, son sus principios de vida. “Mi fe aumentaba, pero como siempre también flaqueas también mi fe a ha flaqueado cuando me han dado la sentencia yo he dicho porque siento inocente esto me ha llegado a pasar, antes que salga el audio de nuevo” “Y mira de la noche a la mañana sale el audio y estoy libre”
La vida de un privado de libertad no es nada agradable, dice. Dentro del penal se siente la crueldad de la pobreza y falta de atención por parte de las autoridades. Sin embargo, rescata que se sintió útil dentro de la cárcel pues sus manos ayudaron a nacer a un ser vivo.
Desde que recuperó su libertad después de cuatro largos años, al final de cada jornada laboral aprovecha para caminar por las calles. Quiere recuperar lo perdido durante el encierro en la cárcel de San Pedro. “Estamos reacomodando todas las metas auque es muy difícil cuatro años de mi vida que se han truncados es muy difícil en el aspecto personal trabajo y la situación penal que estoy viviendo todavía” “Lo que hago al salir del trabajo, es salir por la ciudad hiendo a visitar lugares que en mi mente visitaba cuando estaba en el penal decía quiero caminar paseos mentales posteriormente al salir ya los realice en forma solitaria pero el hecho es disfrutar de la realidad trato de salir algún lado, ya estuve mucho tiempo enclaustrado. “ privado de libertad es otro mundo”
Pese a las malas circunstancias que vivió, Fernández todavía sueña con hacer realidad una especialidad profesional, formar su familia y tener hijos por quienes luchar. “Quiero hacer una especialidad el sueño de tener de familia, muy al margen de la profesión” “Bueno, la verdad antes estaba muy deseoso de la pediatría, pero secundario a este problema que me toco a pasar pues es muy diferente.” “Al salir del penal me encuentro con nuevos desafíos en cuanto a salud, la insuficiencia renal, pacientes que están peregrinando enfermas de cáncer que al entrar al penal no veía mucho, pero al salir ya se puesto en aunque”
«Tener sentido en esta vida», dice e indica que si pudiera retornar al pasado desearía volver esos momentos felices de su adolescencia, la etapa colegial y por supuesto la universitaria donde hizo muchos amigos.
Esta lucha también la acompañó su madre -quién es su fuente de inspiración- y su familia. Desde el momento que lo detuvieron siempre estuvieron de su lado. “Mi mamá esta mayorcita mal de salud pese a eso ha presentado cartas a diferentes instituciones cámara de diputados organizaciones y medio mundo y no se ha cansado. Nos decían, nos daba mal augurio esto es político es un menstruo con él están peleando y tienen que abnegarse lo que va pasar a tu nueva vida así te tocó vivir así es tu suerte, pero mi mamá no se ha dejado y nosotros que éramos una pulguita ganó al monstruo y mira ahora estoy acá fuera.”
El calvario de Jhery
A puertas cerradas, la madrugada del 20 de marzo de 2018, el Tribunal Décimo de Sentencia de La Paz definía la suerte del Dr. Jhery Fernández, condenándolo a 20 años de prisión por presunta violación y muerte del bebé Alexander, que a sus ocho meses de vida, fue evacuado del Hogar sin signos vitales. Lo trasladaron desde Obrajes hasta el Hospital del Niño en Miraflores, donde le practicaron la primera reanimación tras un paro cardiaco. Posteriormente, por falta de espacio en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital, fue derivado al Hospital Juan XXIII de Munaypata, donde los médicos aseveraron que sufrió maltrato, sangrado y lesiones en la región anal, después de sufrir tres paros debido a una falla multiorgánica. Alexander falleció a las 18:30 de ese mismo dí
El primer informe forense, realizado en el Juan XXIII, estableció que la hemorragia fue consecuencia de una posible “penetración antinatural”. ¿Una violación? Esta suposición hipotética fue puesta en duda por los peritos que realizaron la necropsia. Sin embargo, al hacerse cargo del estudio forense Ángela Mora, afirmó que el menor fue víctima de violación, ocasionando varias detenciones entre médicos, enfermeras y auxiliares de turno en el albergue de donde salió el bebé. También en ambos hospitales en los que fue atendido.
Aunque seis fueron los aprehendidos, sólo tres llegaron a la etapa final del juicio oral. Los otros tres se declararon culpables en 2015 para someterse a un juicio abreviado. Entre ellos, el médico del Hospital del Niño, José L. Delgadillo; la enfermera pasante, Natty Choquetarqui; y la niñera del Hogar que acogía a Alexander, Madelene Pahe.
El 17 de septiembre de 2018, la jueza Petrona Patricia Pacajes Achu admitió, según un audio, que condenó sin pruebas científicas a 20 años de cárcel al médico Jhery Fernández por una violación que nunca sufrió el bebé Alexander. En la grabación ella dice: “Cuando empieza el juicio, yo sabía que era inocente”.
Pacajes Achu reveló además que el primer juez que conoció el caso también sabía que Jhery era inocente y que por “sonso y cobarde” le dejó la posta a ella.
“Con el (juez) que cambié (de cargo) me dijo: es inocente el médico, yo no puedo sentenciar, Paty, tengo miedo, no puedo, cambiaremos de cargo”, señala Petrona Patricia, en dos momentos diferentes del audio. En uno de ellos se jacta de ser “valiente” y de saber “donde pisa” (grabación)
Antes de conocer el caso, Pacajes era Juez Técnica del Tribunal Primero de Sentencia Penal de la ciudad de El Alto. Aprovechó la decisión del anterior juez para convertirse en Presidente del Tribunal Décimo de Sentencia, integrado además por Roberto Mérida y Gladis Guerrero.
En marzo de este 2018 la jueza condenó a 20 años de prisión al médico Jhery Fernández por el delito de violación; dos años de cárcel para la médico internista Sandra Madeny por homicidio culposo y a la enfermera Lola Rodríguez por el delito de encubrimiento.
Las pruebas que destruyen a los fiscales
La noche del 1 de noviembre de 2018, la red ATB presentó en un reportaje especial, una investigación periodística en el que se revelan las ocho pruebas que fiscales y jueces decidieron ocultar o ignorar para condenar al médico Jhery Fernández, señalándolo como el autor material de la muerte del bebé Alexander, el 13 de noviembre de 2014.
De acuerdo a la información obtenida, los Fiscales Susana Boyán y Edwin Blanco; y los jueces Patricia Pacajes, Roberto Mérida y Gladis Guerrero representantes del Ministerio Público se aprovecharon de la declaratoria en reserva del caso y lo manipularon de tal forma que terminaron por condenar a un inocente.
Las pruebas son las siguientes:
1.- La autopsia y las placas fotográficas descartan la violación del bebé. Una decena de placas fotográficas realizadas al cuerpo de Alexander concluyen que no hay lesión en la región perianal del infante. «Se advierte que no existen lesiones compatibles con agresión sexual», señala el informe que no fue tomado en cuenta ni por la Fiscalía, ni valorado por los jueces.
2.- Las pericias descartaron PSA en la región perianal y cavidad anal del bebé. El informe del Instituto de Investigaciones Forenses no encontró antígeno prostático (PSA) en cuatro de cinco muestras tomadas en el hogar Virgen de Fátima, centro de acogida donde estaba el bebé. El PSA es una sustancia que expulsa el hombre al sostener una relación sexual. El antígeno no fue hallado en la frazada de Alexander ni en hisopos de región perianal y de la cavidad anal del infante. Sí se encontró PSA en una muestra tomada por la forense Ángela Mora, cuyo informe fue el que sirvió para que los fiscales acusen al médico. La defensa de Fernández asegura que esa prueba apareció de forma desconocida y hasta la fecha se desconoce a quién pertenece realmente.
3. Las pericias no hallaron espermatozoides en las pruebas. El IDIF descartó la presencia de semen en cada una de las muestras tomadas en el cuerpo del bebé Alexander. Se desconoce por qué la Fiscalía tampoco mencionó o usó esta prueba en el juicio.
4. No se determinó a quién pertenece la huella genética. La investigación científica detecta dos perfiles genéticos, uno del bebé fallecido y el otro de una persona de sexo masculino, pero la Fiscalía no ordena que se averigüe a quién pertenecía el perfil desconocido. «No se ha hecho ese estudio», reconoció en una oportunidad la exjueza Pacajes. La duda es por qué hasta ahora no se ha ordenado esta pericia.
Al respecto de este caso, la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, Amparo Carvajal, aseveró que Jhery es inocente y que ha sido una injusticia inaceptable la que se ha cometido con este médico. También enfatizó haber hecho conocer a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos el caso.
Fuentes: Entrevista al Dr. Jhery Fernández, Sra. Amparo Carvajal Presidenta de la Asamblea de Derechos Humanos
Fuentes consultadas: Noticiero ATB, periódico Pag. Siete y la Convención Interamerica de Derechos Humanos y el Pacto de San José.